*Falleció en Venezuela el gran relator Carlos Alviarez Sarmiento, recordado por ser el narrador del Ecomovil número 1 en Ecos del Torbes, en aquellas Vuletas al Táchira en las que dominaban los colombianos.
(Reporte de Carlos Orduz, Colmundo Radio y ESPN)
CARLOS ALVIÁREZ SARMIENTO EL GRAN MAESTRO.
Homenaje Ciclismo sin Limites.
60 años en el oficio del periodismo lo han convertido en toda una institución, una imagen y una voz que ha prevalecido intacta y sonora en centenares de hogares tachirenses, venezolanos y en muchas partes del mundo. Su profesionalismo, entrega y dinamismo le han llevado a ejercer la misión encomendada por la vida misma, con verdadera pasión y amor, a través de las ondas hertzianas de la emisora predilecta «Ecos del Torbes», con 73 años en el aire y la segunda estación de radio del estado Táchira.
Carlos Eleazar Alviárez Sarmiento, que cumplirá el próximo 13 de diciembre 81 años de edad, es un hombre audaz, caballeroso, consentidor y, sobre todas las cosas, un «empedernido» enamorado de la lectura, un poeta improvisado del que brotan versos sin cesar; con algo de compositor y bohemio. Un rebelde que se apartó desde muy niño de muchas normas establecidas en la sociedad, para seguir su propia visión de la vida. Y para los que nos iniciamos en las lides deportivas en esa universidad de la radio como nosotros catalogamos a ECOS DEL TORBES “UN MAESTRO”, nuestro padre putativo.
Definitivamente, es un soñador que pisa tierra, con la humildad reflejada en su personalidad y alimentada en su eterna sonrisa.
Visitarlo en su hogar, en Lobatera, se convirtió en toda una logística, al viajar por esos hermosos paisajes que conducen a esta población del estado Táchira, lugar donde nació este personaje y del que no se ha desprendido, a pesar de sus interminables compromisos por diferentes países y estados, desde que se ganó con sacrificio y constante aprendizaje el sitial de narrador deportivo en diferentes disciplinas.
En la narración deportiva tiene en su colección: 33 Vueltas al Táchira, 23 en Ecos del Torbes, entre 1966 y 1989; luego, desde 1990 y por espacio de 10 años las transmisiones las hizo por la Televisora Regional del Táchira (TRT); participó en Juegos Nacionales, campeonatos de béisbol y básquet con el afamado locutor tachirense J.J. Mora; cubrió los Juegos Bolivarianos en Venezuela, Panamá, Ecuador, Colombia y Bolivia; los Centroamericanos y del Caribe, realizados en Medellín (Colombia), República Dominicana y México; los Panamericanos de México y Puerto Rico, también los Juegos Olímpicos de México 68 y los del 72 en Alemania, con su colega Ramsés Díaz León. Se incorporan a su agenda los Juegos de Montreal, los Mundiales de Ciclismo de 1977 en San Cristóbal, estado Táchira, en los que fue jefe de Comunicaciones. A esto se suman Campeonatos Mundiales de Ciclismo de Italia y Bélgica, todos narrados a través de la emisora Ecos del Torbes y cuyas transmisiones se hacían directamente por teléfono.
Su reto principal fue cumplir a cabalidad como jefe de prensa en el CAMPEONATO MUNDIAL DE CICLISMO EN SAN CRISTOBAL- ESTADO TACHIRA- VENEZUELA 1977, el primero celebrado en America, y luego como narrador en el fútbol, fue en el Mundial en Argentina 1978, contratado en Caracas por el comentarista Carlitos González (desaparecido), y posteriormente el Mundial de España en 1982, entre otros compromisos deportivos, y en algunos años ha sido jefe de prensa de la Vuelta al Táchira.
Recuerda como sus maestros, con respeto, a narradores y comentaristas del ciclismo como Carlos Arturo Rueda(+), Julio Arrastia Brica(+), Alberto Piedrahíta Pacheco, quienes fueron su ejemplo hacia la perseverancia. Compartió también micrófono con el «Guillo» Villamizar, Nelson Augusto Buitrago (+), Jorge Castellanos Gálviz, Luis Alfonso Ramírez e Iván Darío Rosales, a quienes recuerda como sus fieles compañeros de batalla.—La radio es mi vida, es mi todo—, siempre lo cuenta y en la sala de su hogar, se mantiene decorada con infinidad de placas, certificados, trofeos y especialmente libros, su afición permanente.
Siendo adolescente vivió en Caracas, y realizó varios cursos, entre ellos Radiotelegrafía, y comenzó a conocer la locución. Al regresar a Lobatera en 1957, y sin ninguna experiencia en el periodismo, se convirtió en una especie de corresponsal en el periódico «Vanguardia», con notas cortas, entre otros trabajos, y finalmente se graduó como operador de plantas termoeléctricas, cuando estaban construyendo la Termoeléctrica de La Fría.
Por cuestiones de salud lo trasladaron a San Cristóbal, a la oficina de Cadafe, y el destino lo llevó a concretar su añorado curso de locución a los 22 años de edad, dictado por Manolo Rincón Hernández, en el que obtuvo la mejor calificación.
Siempre comenta con detenimiento: «Cuando supe que había aprobado el examen me fui a Ecos del Torbes, eso fue en el año 1962, hablé con J.J. Mora y al principio no me dio la oportunidad; pero poco después me llamó y comencé el 1 de julio de ese mismo año, como ‘avance’ los domingos en un programa de complacencias; posteriormente laboré de lunes a viernes, en las tardes, por espacio de media hora, y adquirí cada vez más experiencia. Una experiencia inolvidable fue el asesinato del presidente John F. Kennedy, en 1963”, señaló.
En la parte impresa, escribió algunas columnas en Diario La Nación; estuvo como redactor de planta en el periódico «Al Día», y fue corresponsal de la Agencia Internacional Asociated Press, en algunos eventos deportivos que se hacían en el Estado Táchira.
Desde 1982 sustituyó al afamado locutor José de Jesús Mora, conocido como J.J. Mora, todos los 31 de diciembre, en la despedida del año, una tarea designada por el director y dueño de «Ecos del Torbes», don Gregorio González Lovera, ya fallecido.
Han pasado 38 años y Carlos Alviárez Sarmiento mantiene la emoción de esos últimos 5 minutos de cada año y el recibimiento del otro, junto a su equipo de trabajo, sin olvidar en ningún momento el discurso institucionalizado por J.J. Mora desde sus comienzos. Palabras que prepara cada 31 de diciembre, a solas, concentrado en su computadora y con su respectivo brindis, para luego transmitirlo con su elocuente voz a sus fieles oyentes.
Uno de sus espacios de entrevista más destacados de la región fue «Interviú», el cual comenzó en 1984 y lo realizó por espacio de 10 años.
En la actualidad se mantiene activo en algunos espacios que anima en la ciudad de Colon muy cerca de su querida LOBATERA, PALANTE MAESTRO A VENCER COMO SIEMPRE LO HAS HECHO LAS DIFICULTADES.
Texto redactado por Fernando Lobo Archila con la colaboración especial de la periodista María Teresa Amaya (CSL Venezuela).
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